Este método utiliza una corriente procedente de una fuente externa de corriente continua (propia o transfo-rectificada), cuyo polo negativo se conecta a la estructura a proteger (Deposito, tubería, etc.) mientras que el polo positivo, se conecta a unos ánodos inertes dispersando la corriente a través del electrolito (terreno, relleno anódico, etc.) retornando esta corriente al metal a proteger.
El “ALMA” de este sistema es la Unidad de Control de Potencia (controla permanentemente el nivel de potencial de protección-corrosión de la estructura), bien de forma MANUAL.- menos utilizada actualmente, relegada a solo para pequeñas instalaciones.- AUTOMATICA.- mas económica y la mas extendida en la actualidad.- o bien COMPUTERIZADA.- más moderna y actual.-, adecuando en todos los momentos su salida de corriente al valor OPTIMO de PROTECCION TOTAL.
Aunque pueden utilizarse ánodos consumibles .-periodos cortos de protección.- Con el transcurrir de los tiempos, se ha ido desplazando los ánodos normalmente de corta vida (Grafito, Plomo-Plata, Ferro-silicio, etc.) por ánodos de metales más nobles tales como Titanio-Óxidos Metálicos .- Rutenio, Iridio, etc.- que se diseñan para una vida de funcionamiento superior a los 35 años.
La incorporación al circuito unos sensores de control.- electrodos de referencia.- hacen a los sistemas de CORRIENTE IMPRESA, el método más eficaz y libre de mantenimiento en la lucha contra la CORROSION.
Podemos decir que en la mayoría de los casos, estos materiales, tienen una vida próxima o superior a la vida estimada de la instalación (Depósitos, tuberías, Plataforma, etc.)
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